2021...UN AÑO PARA ARMAR

Un blog es un espacio versátil, creativo, de difusión y diálogo.
Pensado para dar a conocer el progreso de quienes cursan la cátedra de Publicidad, en el Colegio Universitario Juan B. Alberdi de Castelar, esta bitácora alojará diseños, escritos, información, notas de interés para los alumnos, comentarios y...
Participen. La WEB Y LAS REDES SOCIALES las nutrimos nosotros.

PD: 2020 - AÑO DEL COVID-19 / CURSADA VIRTUAL. HASTA EL REENCUENTRO, EN EL AULA 1103.
2021: los mejores deseos para este ciclo!

lunes, 28 de septiembre de 2020

Una nube de conceptos

 


Evaluación

 TEMARIO SEGUNDO PARCIAL


Inteligencia emocional

Inteligencias múltiples

Pensamiento Lateral

Miedos y bloqueos al momento de crear

Proceso y etapas creativas

Dos métodos o técnicas creativas, descartando la de los sombreros


30-9-2020

martes, 22 de septiembre de 2020

Creatividad: Inspiración vs. transpiración

 https://www.entrepreneur.com/article/266959


Conoce cómo acercarte al pensamiento creativo e implementar el mejor enfoque para la resolución de problemas.



A TRANSPIRAR...

viernes, 18 de septiembre de 2020

En Pandemia, vuelve un clásico del Oeste

 Aplicar resoluciones creativas, pros y contras, según el color de los sombreros, al emprendimiento más abajo descripto. 

Leer de modo comprensivo el texto de De Bono e hipotetizar acerca de cómo resultaría el retorno de Pizza Banana a Leloir, adaptada a esta época.

.......

APERTURA DE TERRAZA BANANA, EN PARQUE LELOIR. 

Después de Pizza Banana 🍌🍌🍌,  llegan TERRAZA BANANA y BANANA PARK, al centro del bosque. Juegos al aire libre para toda la familia y espacios para tragos y comidas rápidas. Espectáculos y música. Volver a disfrutar es posible. Con barbijo y distancia social sectorizada. Reserva de tour, con anticipación, turnos de 1 y 2 horas de recreación y presencia con seguimiento de protocolo sanitario.

PUEDE HACERSE DE FORMA INDIVIDUAL O EN DUPLA.

jueves, 17 de septiembre de 2020

Diseños de alumnos

Héroes y heroínas

Superheroínas y superhéroes
Personajes, también
...
Una vuelta de tuerca puede hallarse en una villana o villano que también se cuida/protege y dice...?
...
Máscara/barbijo
...



Yo también me cuido y te cuido.
El COVID-19 es un villano al que le espera un escarmiento con forma de vacuna. Mientras, juntos, vos y yo, lo evitamos con un barbijo o tapaboca y los resguardos que se han dado a conocer. Esta "historieta" es real y mi pedido espera ser cumplido. Te prendés?
.........
Según tu personaje favorito, lookealo con un barbijo y hacele decir "algo" según su estilo de comunicación o poderes, características, etc.
.........
Enviar en JPG recuadro con personaje intervenido y leyenda preventiva, pensada como mensaje para adolescentes y jóvenes.
Pueden ser personajes de historietas, de films, nacionales o extranjeros, de animación o no, recientes o clásicos, etc.
...
Realizar y entregar el 16-9. Vía WhatsApp.



ERIKA RODRIGUEZ

JUAN GUILLEN


ANTONELLA PAVAN


LUCRECIA MARTIN



PEDRO CUGAT


PEDRO CUGAT



VALENTINA TORELLA


ANTONELLA OLIVETO


NATALIA SALMONTE


THOMAS CRESPI


YO


CANDELA CASTELLANOS


SEBASTIAN DOPAZO


PEDRO CUGAT


VALENTINA CORBANI


AGUSTINA QUIROGA



 CHRISTIAN HERRERA




FEDERICO PANZUTO

Pelis sugeridas

 



"El dilema de las redes sociales". Está en Nextflix. Documental dramatizado. Crees o no. Te interrogarás al respecto. Yo uso las RRSS y ellas qué obtienen de mí?




martes, 15 de septiembre de 2020

PL


Pensamiento lateral y resolución de problemas

El pensamiento lateral es un concepto que creó en 1967 el psicólogo Edward de Bono en su libro El uso del pensamiento lateral. Este tipo de pensamiento busca soluciones a los problemas que no siguen las pautas lógicas utilizadas normalmente, se apoya en ideas que se salen de lo habitual, busca caminos alternativos de resolución. Se trata de un tipo de pensamiento creativo, que escapa de las ideas preconcebidas.


Edward Bono acuñó también el concepto de pensamiento vertical, que es el que se utiliza normalmente para resolver problemas, a través del método lógico tradicional.

Para desarrollar y ejercitar el pensamiento lateral es fundamental aprender a analizar los problemas desde multitud de puntos de vista.

Elementos fundamentales para poner en práctica el pensamiento lateral

1. Comprobar suposiciones.

2. Formular la pregunta más adecuada, realizando primero preguntas generales y luego preguntas específicas hasta llegar a aquella que dé con la solución.

3. Enfocar los problemas de forma creativa y verlos así desde perspectivas muy diferentes.

4. Aplicar la lógica.

Técnicas que facilitan el surgimiento del pensamiento lateral

– Introducir palabras aleatorias vinculadas de alguna forma con el problema que se desea resolver.

– Suprimir alguna característica del problema.

– Modificar o exagerar algún aspecto relacionado con el entorno del problema.

– Establecer analogías con otras situaciones o problemas.

– Invertir el problema, o analizar su contrario y ver cómo podría solucionarse desde esa perspectiva inversa.

– Fraccionar el problema en distintos componentes.

Algunos ejemplos clásicos de pensamiento lateral

Algunos meses tienen 31 días, otros solo 30 ¿Cuantos tienen 28 días?
A Pablo se le cayó un anillo dentro de una taza llena de café, pero el anillo no se mojó ¿Cómo puede ser?
¿Cuál es el animal que tiene los pies en la cabeza?
¿Cuál es la cabeza que no tiene sesos?
¿Cuándo se puede transportar agua en un colador?
¿Cuánta tierra hay en un hoyo de un metro de largo por un metro de ancho y un metro de profundidad?



COMO RESOLVER ESTOS 
EJERCICIOS - MATRIZ ORIENTATIVA DE ABORDAJE

LOS PROBLEMAS QUE SE PLANTEAN NO SON ADIVINANZAS NI ACERTIJOS.

NO BUSQUEN ACERTAR SIN HACER LA RESOLUCION Y EL PLANTEO, PASANDO POR LAS ALTERNATIVAS QUE MAS ABAJO SE DETALLAN:


LEER DETENIDAMENTE EL PROBLEMA

PENSAR LO QUE DICE SIN APUROS Y LO QUE PREGUNTA

DETECTAR LO IMPORTANTE Y LO QUE ES ESENCIAL 
COMO SECUNDARIO EN EL

DESPEJAR AQUELLO QUE CONFUNDE O DISTRAE

SITUARSE ANTE LAS VARIABLES O ELEMENTOS QUE COMPONEN EL EJERCICIO Y DETENERSE EN LAS CONSECUENCIAS COMO EL ORIGEN

VER DERIVACIONES Y ARRIBAR A UNA CONCLUSION

ESTOS PASOS ANOTARLOS, ESCRIBIRLOS, 
NO HACERLOS MENTALMENTE




IM


Inteligencias Múltiples


El Cociente Intelectual habitualmente mide la inteligencia lógica. Algunos test de inteligencia más completos estudian la capacidad verbal, la capacidad manipulativa y la velocidad de procesamiento.
Pero según Howard Gardner existen otras muchas inteligencias que nos diferencian a los seres humanos y que no se miden en los test de inteligencia habituales.

Teoría de las Inteligencias Múltiples

Según la Teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner podemos distinguir tipos diferentes de inteligencia formal:
– Inteligencia lógico-matemática: Es la habilidad que poseemos para resolver problemas tanto lógicos como matemáticos. Comprende las capacidades que necesitamos para manejar operaciones matemáticas y razonar correctamente. Es la más semejante a la inteligencia que miden los test de inteligencia normales.
– Inteligencia lingüística-verbal: Es la fluidez que posee una persona en el uso de la palabra. Destreza en la utilización del lenguaje, haciendo hincapié en el significado de las palabras, su orden sintáctico, sus sonidos.
– Inteligencia visual-espacial: Es la habilidad de crear un modelo mental de formas, colores y texturas. Está ligada a la imaginación. Una persona con alta inteligencia visual está capacitada para transformar lo que crea en su mente en imágenes, tal como se expresa en el arte gráfico. Esta inteligencia nos capacita para crear diseños, cuadros, diagramas y construir cosas.
– Inteligencia corporal-cinestésica o corporal-kinestésica: Es la habilidad para controlar los movimientos de todo el cuerpo para realizar actividades físicas. Se usa para efectuar actividades como deportes, que requieren coordinación y un ritmo controlado, ballet, etc.
– Inteligencia musical: Es la habilidad que nos permite crear sonidos, ritmos y melodías. Nos sirve para crear sonidos nuevos para expresar emociones y sentimientos a través de la música.
– Inteligencia interpersonal: Consiste en relacionarse y comprender a otras personas. Incluye las habilidades para mostrar expresiones faciales, controlar la voz y expresar gestos en determinadas ocasiones. También abarca las capacidad para percibir las emociones en otras personas.
– Inteligencia intrapersonal: Es nuestra capacidad de relacionarnos con nosotros mismos, entender lo que hacemos y valorar nuestras propias acciones.
– Inteligencia naturalista: Consiste en el entendimiento del entorno natural y la observación científica de la naturaleza como la biología, geología o astronomía.
Lo importante en la vida es saber en qué somos buenos, cuáles son nuestras fortalezas para desarrollarlas y aprovecharlas al máximo.
Carmen Sanz Chacó

IE

Somos seres emocionales que razonan

Inteligencia Emocional

Aunque las definiciones populares de inteligencia hacen hincapié en los aspectos cognitivos, tales como la memoria y la capacidad para resolver problemas, varios investigadores influyentes en el ámbito del estudio de la inteligencia comenzaron a reconocer hace tiempo la importancia de los aspectos no cognitivos. Edward L. Thorndike, en 1920, utilizó el término inteligencia social para describir la habilidad de comprender y motivar a otras personas.1 En 1940, David Wechsler describió la influencia de factores no intelectivos sobre el comportamiento inteligente y sostuvo, además, que los tests de inteligencia no serían completos hasta que no se pudieran describir adecuadamente estos factores.2
Desafortunadamente, el trabajo de estos pioneros pasó desapercibido durante mucho tiempo hasta que, en 1983, Howard Gardner, en su libro “Inteligencias múltiples: la teoría en la práctica”,3 introdujo la idea de que los indicadores de inteligencia, como el cociente intelectual, no explican plenamente la capacidad cognitiva, porque no tienen en cuenta ni la “inteligencia interpersonal” (la capacidad para comprender las intenciones, motivaciones y deseos de otras personas) ni la “inteligencia intrapersonal” (la capacidad para comprenderse uno mismo, apreciar los sentimientos, temores y motivaciones propios).4
El primer uso del término inteligencia emocional generalmente es atribuido a Wayne Payne, citado en su tesis doctoral Un estudio de las emociones: el desarrollo de la inteligencia emocional (1985).5 Sin embargo, esta expresión ya había aparecido antes en textos de Beldoch (1964),6 y Leuner (1966).7 Stanley Greenspan también propuso un modelo de inteligencia emocional en 1989, al igual que Peter Salovey y John D. Mayer.8
La relevancia de las emociones en el mundo laboral y la investigación sobre el tema siguió ganando impulso, pero no fue hasta la publicación en 1995 del célebre libro deDaniel Goleman, “Inteligencia emocional”, cuando se popularizó.9 En ese año, la revista "Time" fue el primer medio de comunicación de masas interesado en la IE que publicó un relevante artículo de Nancy Gibbs sobre el texto de Goleman.
El éxito de ventas del libro de Goleman aumentó la difusión popular del término inteligencia emocional hasta límites insospechados, haciéndose muy popular en forma de artículos en periódicos y revistas, tiras cómicas,10 programas educativos, cursos de formación para empresas, juguetes,11 o resúmenes divulgativos de los propios libros de Goleman.12
Para comprender el gran poder de las emociones sobre la mente pensante —y la causa del frecuente conflicto existente entre los sentimientos y la razón— debemos considerar la forma en que ha evolucionado el cerebro.13
La región más primitiva del cerebro es el tronco encefálico, que regula las funciones vitales básicas, como la respiración o el metabolismo, y lo compartimos con todas aquellas especies que disponen de sistema nervioso, aunque sea muy rudimentario. De este cerebro primitivo emergieron los centros emocionales que, millones de años más tarde, dieron lugar al cerebro pensante: el neocórtex. El hecho de que el cerebro emocional sea muy anterior al racional y que éste sea una derivación de aquél, revela con claridad las auténticas relaciones existentes entre el pensamiento y el sentimiento.14
El neocórtex permite un aumento de la sutileza y la complejidad de la vida emocional, aunque no gobierna la totalidad de la vida emocional porque, en estos asuntos, delega su cometido en el sistema límbico. Esto es lo que confiere a los centros de la emoción un poder extraordinario para influir en el funcionamiento global del cerebro, incluyendo a los centros del pensamiento.15
Las conexiones existentes entre la amígdala (y las estructuras límbicas) y el neocórtex constituyen el centro de gestión entre los pensamientos y los sentimientos. Esta vía nerviosa explicaría el motivo por el cual la emoción es fundamental para pensar eficazmente, tomar decisiones inteligentes y permitirnos pensar con claridad. La corteza prefrontal es la región cerebral que se encarga de la «memoria de trabajo».32
Cuando estamos emocionalmente perturbados, solemos decir que «no podemos pensar bien» y permite explicar por qué la tensión emocional prolongada puede obstaculizar las facultades intelectuales del niño y dificultar así su capacidad de aprendizaje. Los niños impulsivos y ansiosos, a menudo desorganizados y problemáticos, parecen tener un escaso control prefrontal sobre sus impulsos límbicos. Este tipo de niños presenta un elevado riesgo de problemas de fracaso escolar, alcoholismo y delincuencia, pero no tanto porque su potencial intelectual sea bajo sino porque su control sobre su vida emocional se halla severamente restringido.33
Las emociones son importantes para el ejercicio de la razón. Entre el sentir y el pensar, la emoción guía nuestras decisiones, trabajando con la mente racional y capacitando —o incapacitando— al pensamiento mismo. Del mismo modo, el cerebro pensante desempeña un papel fundamental en nuestras emociones, exceptuando aquellos momentos en los que las emociones se desbordan y el cerebro emocional asume por completo el control de la situación. En cierto modo, tenemos dos cerebros y dos clases diferentes de inteligencia: la inteligencia racional y la inteligencia emocional y nuestro funcionamiento vital está determinado por ambos.34
El psicólogo estadounidense John Maxtell rompe el concepto de dos cerebros o distintos tipos de inteligencia. Basándose en su teoría de la evolución auto-condicionada, afirma que nuestra capa de pensamiento racional se ha desarrollado para dar cobertura a nuestro lado emocional, la razón nos proporciona el cómo. Aunque por lo general solo percibimos nuestras emociones en momentos de desbordamiento, lo cierto es que las tenemos constantemente. Todo nuestro pensamiento, comportamiento personal y social esta orientado a mantenernos dentro de los límites de nuestro confort emocional y en resumidas cuenta vivos.
Un ejemplo práctico sería el siguiente: Un peatón que deambule por una ciudad abarrotada de coches, optará por cruzar las avenidas por los pasos de cebra y cuando el semáforo este en verde para los peatones. Sin ser un caso de desbordamiento emocional, el miedo que siente a ser atropellado genera la necesidad de buscar alternativas seguras para cruzar la calle, usar su capa racional para interpretar los símbolos dispuestos para este propósito es la opción más segura, la razón nos proporciona el cómo. Si todos no tuviésemos el mismo miedo a ser atropellados, las ciudades no podrían tener el diseño que actualmente tienen, ¿que nos impediría cruzar por cualquier parte?35

Las características de la llamada inteligencia emocional son: la capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de controlar los impulsos, de diferir las gratificaciones, de regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales y la capacidad de empatizar y confiar en los demás.36 El grado de dominio que alcance una persona sobre estas habilidades resulta decisivo para determinar el motivo por el cual ciertos individuos prosperan en la vida mientras que otros, con un nivel intelectual similar, acaban en un callejón sin salida.37

FUENTES DE LOS SENTIMIENTOS

Las emociones son las expresiones exteriores de los sentimientos acumulados y formados en las áreas de la imaginación y la visualización. Hay tres fuentes de sentimientos que interpretan toda información que entra en el ser humano por los cinco sentidos y dan el sentido a lo que percibimos.

De acuerdo a lo que dice la autora Myriam Muñoz Polit en su libro Emociones sentimientos y necesidades, la vida emocional es la que nos mueve a comportarnos, percibir y actuar de determinada manera en la vida. La autora en el XI Congreso Internacional Gestalt. Afirma: "No sentimos a lo tonto"
La Inteligencia emocional está basada en como cada ser humano vive sus emociones: Habla de las cinco emociones básicas que desde su punto de vista destacan y que son las reacciones primitivas que el ser humano comparte con los mamíferos, con la diferencia de que nosotros los humanos somos conscientes de ellas, sabemos que sentimos. Tales emociones vienen a cubrir unos objetivos de supervivencia, Manejo de Sentimientos Básicos (MATEA):
  • Miedo: el objetivo es la protección y el cuidado
  • Afecto: el objetivo es la vinculación;
  • Tristeza: el objetivo es el retiro. Cuando sentimos tristeza nuestro organismo nos está diciendo "retírate de ahí y vuelve a estar contigo";
  • Enojo: el objetivo es la defensa;
  • Alegría: su objetivo es la vivificación. Viene a ser la batería de nuestra existencia.
Actualmente vivimos en un mundo donde cada día perdemos sensibilidad ante nuestro entorno y las personas que nos rodean, muchas veces debido a que nos es difícil hacer contacto con nuestros sentimientos. De ahí la importancia de tener una educación emocional que nos permita hacernos conscientes de aquello que sentimos, es decir poder convertirnos en nuestros propios observadores para ir analizando descubriendo y por lo tanto controlando aquello que nos mueve a actuar, y tener cada vez mayor control de nuestras respuestas.

IE, según DANIEL GOLEMAN
La inteligencia emocional nos permite:
  • Tomar conciencia de nuestras emociones.
  • Comprender los sentimientos de los demás.
  • Tolerar las presiones y frustraciones que soportamos en el trabajo.
  • Acentuar nuestra capacidad de trabajar en equipo.
  • Adoptar una actitud empática y social que nos brindará mayores posibilidades de desarrollo personal.
  • Participar, deliberar y convivir con todos desde un ambiente armónico y de paz.

Según Goleman la inteligencia emocional puede dividirse en dos áreas:

  • Inteligencia intrapersonal: Capacidad de formar un modelo realista y preciso de uno mismo, teniendo acceso a los propios sentimientos, y usarlos como guías en la conducta.
  • Inteligencia interpersonal: Capacidad de comprender a los demás; qué los motiva, cómo operan, cómo relacionarse adecuadamente. Capacidad de reconocer y reaccionar ante el humor, el temperamento y las emociones de los otros.

Regular las respuestas emocionales se puede aprender. Al mismo tiempo es un signo de maduración y de inteligencia. En la primera infancia, habitualmente no regulamos nuestra respuesta emocional, simplemente la expresamos o explota. Socialmente se acepta, y se perdona este tipo de "sinceridad" en las respuestas emocionales de los niños y las niñas pequeñas. Y a medida que se van haciendo mayores, el índice de tolerancia ante esta inmediatez en las respuestas va disminuyendo hasta llegar a la madurez, cuando socialmente se exigen la regulación emocional. Con su aprendizaje conseguimos equilibrar dos fuerzas opuestas. Por un lado, la necesidad biológica de la respuesta emocional, y por el otro, la necesidad de respetar determinadas normas de convivencia. La alternativa que se propone es que existen emociones como consecuencia de la respuesta de la persona ante una situación.40

La alternativa que propone Manel Güell Barceló en su libro ¿Tengo Inteligencia Emocional? es considerar que no existen emociones positivas ni negativas. Simplemente existen emociones como consecuencia de la respuesta de la persona ante una situación. También es cierto que determinadas emociones son útiles y traen un beneficio al individuo y otras no. A partir de este hecho podemos dividir las emociones respuestas emocionales efectivas, útiles y adaptativas y respuestas emocionales no efectivas, poco útiles o poco adaptativas. Una respuesta emocional (alegría, ira, vergüenza) será útil en función del contexto. Si la respuesta es adaptativa y nos ayuda a relacionarnos con el mundo que nos rodea, con los demás y con nosotros mismos, será una emoción efectiva. Así todas las respuestas emocionales son positivas siempre que se utilicen adecuadamente.
Daniel Goleman menciona en su Libro de Inteligencia Emocional que en la Empresa,cuando hablamos de autocontrol emocional no estamos abogando, en modo alguno, por la negación o represión de nuestros verdaderos sentimientos. El "mal" humor, por ejemplo, también tiene su utilidad; el enojo, la melancolía y el miedo pueden llegar a ser fuentes de creatividad, energía y comunicación; el enfado puede constituir una intensa fuente de motivación, especialmente cuando surge de la necesidad de reparar una injusticia o un abuso; el hecho de compartir la tristeza puede hacer que las personas se sientan más unidas y la urgencia nacida de la ansiedad —siempre que no llegue a atribularnos— puede alentar la creatividad. También hay que decir que el autocontrol emocional no es lo mismo que el exceso de control, es decir, la extinción de todo sentimiento espontáneo que, obviamente, tiene un costo físico y mental. La gente que sofoca sus sentimientos —especialmente cuando son muy negativos— eleva su ritmo cardíaco, un síntoma inequívoco de hipertensión. Y cuando esta represión emocional adquiere carácter crónico, puede llegar a bloquear el funcionamiento del pensamiento, alterar las funciones intelectuales y obstaculizar la interacción equilibrada con nuestros semejantes. Por el contrario, la competencia emocional implica que tenemos la posibilidad de elegir cómo expresar nuestros sentimientos.

Competencia e IE
Ahora bien, ¿Cómo es que se relacionan las competencias con la inteligencia emocional?, dentro de la psicología encontramos la psicología cognitiva, que es la que se ha encargado de realizar aportes para poder definir el término tan controversial, esta teoría afirma que “las competencias se forman a través de estructuras cognitivas que pueden modificarse por influencia de experiencias y aprendizajes” (Tobón, 2005) y que para formar una competencia se necesita potencial de aprendizaje, este potencial es el que permite desarrollar conductas inteligentes valiéndose de las funciones cognitivas a través del sistema nervioso central.
Según esta teoría, todo acto mental tiene tres fases:
  • Entrada.- Se recibe la información e manera verbal, a través de los sentidos desde el medio interno o externo.
  • Elaboración.- La información recibida se analiza y se organiza mediante funciones mentales de memoria a corto, mediano o largo plazo.
  • Salida.- Se da cuando el conocimiento se utiliza para realizar una tarea o resolver un problema.
Luego entonces si hablar de inteligencia emocional, “es la habilidad para tomar conciencia de las emociones propias y ajenas para regularlas” (Bisquerra, 2011).
Es preciso para llegar a este punto el haber realizado los procesos mentales descritos con antelación, la diferencial de la competencia emocional con las competencias cognitivas es que parte de la autorrealización personal, aprendiendo a regular las emociones.
Durante la primera infancia no se nos exige cumplir con ciertas normas, el niño puede decir lo que piensa y cualquier cosa que diga se le aprueba justificándolo por su edad, a medida que pasa el tiempo la exigencia para su modo de actuar se vuelve mayor, pero no se trata de censurar al niño sin razón aparente y con autoritarismo, se trata de hacerlo consciente de la importancia que tiene autorregularse para la sana convivencia con el medio de modo que adquiera la capacidad de resolver conflictos de manera pacífica.

Actualmente no existe consenso a la hora de definir las competencias emocionales, sigue siendo un tema debate dentro de la comunidad de expertos, sin embargo, autores como Bisquerra (2011) señala que las competencias emocionales es la capacidad de movilizar una serie de recursos, a través de la identificación de emociones propios y de los otros, para resolver problemas en situaciones específicas.

Siguiendo la idea del autor, investigaciones recientes indican que una persona con competencias emocionales es menos susceptible a caer en situaciones de riesgo social y de salud. Es decir, son personas que están preparadas para no incursionar en el mundo de la drogadicción, alcoholismo, vandalismo, delincuencia, entre otras, en pocas palabras una persona competente en control emocional es candidato a convertirse en un ciudadano sano, capaz de construir redes en beneficio de todos los integrantes del grupo social, con vida productiva y democrática activa.
Cuando una persona carece de los elementos mínimos para reconocer sus propias emociones y en consecuencia las emociones de los demás, invariablemente dichas carencia se verán reflejadas en la forma de enfrentar la vida, se dice que son personas con bajas defensas del sistema inmunitario.
El autor también señala que las competencias se pueden adquirir, es decir, se pueden educar, por tal motivo, es importante que la educación emocional comience desde el nacimiento. Resulta trascendente difundir las competencias emocionales del modelo del Grup de Recerca en Orientación Psicopedagógica (GROP) de la Universitat de Barcelona. Dicho modelo se ha experimentado con éxito en el sector educativo (Bisquerra, 2009) y contempla las siguientes competencias:
  • Conciencia emocional. Conocer las emociones propias y las de los demás.
  • Regulación de las emociones. Responder de manera apropiado cuando alguien experimenta alguna emoción. Es importante no confundirla con la represión.
  • Autonomía emocional. Que los estímulos externos no afecten de manera drástica a la persona. Ser sensibles pero con cierto autoblindaje.
  • Habilidades socioemocionales. Ser capaces de construir redes sociales.
  • Competencias para la vida y el bienestar. Favorecen una sana convivencia social y personal.
Las competencias descritas anteriormente se pueden transmitir a través de la educación emocional, educar implica intencionalidad, construir estrategias, líneas de acciones que lleguen a las aulas de los estudiantes.
Bisquerra (2000) señala que la educación emocional es un proceso que se da de manera continua y de forma permanente, esto significa que en cualquier nivel de estudios se puede brindar educación emocional y dicha educación tendrá variaciones dependiendo del tipo de estudiante, ya que las necesidades de un infante es totalmente diferente a las de un adolescente.
Infantes, adolescente o adultos, se pretende que con la educación emocional se logren los siguientes objetivos:
  • Reconocer emociones propias.
  • Reconocer las emociones de los demás.
  • Identificar y nombrar correctamente a las emociones.
  • Ser capaz de regular las propias emociones.
  • Incrementar el umbral de tolerancia a la frustración.
  • Identificar de manera anticipada los efectos nocivos de las emociones negativas.
  • Ser capaz de construir emociones positivas.
  • Ser capaz de lograr la automotivación.
  • Tener una actitud positiva ante la vida.
  • Desarrollar la capacidad de fluir en la vida, avanzar.
Son objetivos que se pretenden alcanzar a partir de la educación emocional, el papel de las autoridades educativas y principalmente del docente, será fundamental para desarrollar en los estudiantes prácticas más sanas a partir del control emocional, coadyuvando de ésta manera el logro exitoso de su plan de vida.
FUENTES:
Bisquerra, R. (2000). Educación emocional y bienestar. Barcelona: Praxis.
Bisquerra, R. (2009). Psicopedagogía de las emociones. Madrid: Síntesis.
Bisquerra, R. (Coord). (2011). Educación emocional. Propuestas para educadores y familias. Bilbao: Desclée de Brower.
Bisquerra, R. (Coord.) (2012). ¿Cómo educar las emociones?. La inteligencia emocional en la infancia y la adolescencia. Faros: Cuadernos.
Delors, Jacques. (Coord). (1997). La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI, presidida por Jacques Delors. UNESCO.
Perrenoud, P. (2004). Diez nuevas competencias para enseñar. SEP.
Real Academia Española. Diccionario de la Lengua Española.
Tobón, S. Pimienta, J. y García, J. (2010). Secuencias didácticas. Aprendizaje y evaluación de competencias. Pearson.
Tobón, S. (2005). Formación basada en competencias. Pensamiento complejo, diseño curricular y didáctica. Ecoe Ediciones.

miércoles, 9 de septiembre de 2020

Cuando lo deseen lean este libro...

https://www.ues.mx/movilidad/Docs/MovilidadAcademica/LIBRO_Seis_Sombreos_Para_Pensar.pdf



RESUMEN

Una de las técnicas más creativas para la toma de decisiones grupales es la de los «seis sombreros para pensar«. Cuando tenemos que tomar una decisión, nuestra mente contempla las razones y emociones que nos harán decidirnos por una u otra alternativa. Este proceso se vuelve todavía más complejo cuando la decisión se ha de tomar en grupo.

La técnica de los seis sombreros para pensar fue creada por el genial psicólogo Edward de Bono (nacido en 1933) y publicada en su libro Six Thinking Hats, en 1985. De Bono es un referente en el marco de la creatividad y padre del término pensamiento lateral, otra técnica creativa de resolución de problemas de forma no habitual.

La técnica de los «Seis Sombreros Para Pensar» es una herramienta de comunicación que facilita la resolución y análisis de problemas desde diferentes perspectivas. Mediante este método lo que se consigue es reproducir, con sencillez, lo que sucede en nuestra mente cuando tomamos una decisión, convirtiéndolo en algo sistemática y público. De esta forma, se organizan las ideas y puntos de vista diferentes de las personas que han de tomar la decisión simplificando el pensamiento, atendiendo a las cosas una por una. Los participantes se concentrarán en la idea que está siendo estudiada de forma coordinada y esto facilitará los cambios de actitudes, representadas por el cambio de sombrero.


El método permite pensar de manera más eficaz. Los sombreros representan seis direcciones del pensamiento, los cuales debemos utilizar a la hora de enfrentarnos a la resolución de problemas o a la toma de decisiones. Los sombreros se describen de forma imaginaria (o también los podemos tener físicamente para que sea más gráfico) y cada uno de los participantes puede ponerse o quitarse el sombrero para indicar el tipo de pensamiento utilizado y expresarse así libremente.

Los sombreros se utilizan de manera proactiva. El hecho de quitarse y ponerse un determinado sombrero a la hora de exponer sus pensamientos es esencial para que la técnica funcione con éxito, para hacernos pensar. Mediante este creativo sistema el pensamiento se volverá más flexible y se adaptará mejor a las diferentes situaciones. Elige el sombrero que mejor se adapte y cámbialo en función de las necesidades.

¿Cuáles son los sombreros para pensar, de Edward de Bono?
El creador de la técnica, utilizó colores para cada uno de los seis sombreros, que simbolizaban seis estilos de pensamiento diferentes:

Sombrero blanco
El blanco es el color de la neutralidad, del frío. Se refiere a la información más pura. Este pensamiento nos hace centrarnos en los datos disponibles y aprender de la información dada. Es decir, es el sombrero de la objetividad, del pensamiento objetivo. El que tenga el sombrero blanco puesto debe aportar datos objetivos y contrastables que afecten a la toma de decisión pero evitando los juicios de valor al respecto. Este sombrero también puede aportar datos subjetivos, como las opiniones o los sentimientos, siempre y cuando sean sinceros (por ejemplo, decir: «Luis no quiere realizar esa tarea»).

Este sombrero puede contener mucha información por lo que hay que poner límites a la información dada realizando peticiones concretas. Es el primer sombrero que se suele utilizar para iniciar la reunión, por la información inicial que aporta. Es el punto de partida al que siempre se puede volver cuando haga falta.

Sombrero rojo
El rojo es el color que se opone al frío blanco, es el color del fuego, de los sentimientos y la pasión, de las emociones y del corazón. Por eso el sombrero rojo es el que sirve para expresar la parte mas irracional del pensamiento y lo hace visible para enriquecer la ruta a seguir en la resolución del problema. Es el sombrero del pensamiento emocional. El participante que tenga el sombrero rojo puesto puede expresar sentimientos sin tener que justificarlos, su intuición así se lo dice.

Normalmente. en muchas reuniones no se permite que las emociones entren en juego, pero el pensamiento emocional también es pensamiento y es el momento de que aporte sus valores sin restricciones.

Las emociones son cambiantes, por lo que se volverá a poner el sombrero rojo a lo largo de toda la reunión. Lo que al principio era temeridad o miedo al proyecto, quizás se haya convertido en ilusión y alegría por el mismo.


Sombrero negro
El negro representa oscuridad, la cautela o el pesimismo. El sombrero negro representa el pensamiento negativo. El participante que tiene el sombrero negro criticará de forma negativa el tema tratado y se pondrá en el peor punto de vista posible evaluando los posibles riesgos.

Es el sombrero de la precaución, al contrario que el sombrero rojo, es lógico. Por lo que el que lo tenga puesto tendrá que justificar sus posturas, que han de ser basadas en peligros reales y no en un pesimismo irreflexivo.

El carácter preventivo de este sombrero es eficaz para ponérselo  a la hora de valorar una idea propuesta, para exponer los puntos débiles de la idea que sirvan para corregir posibles errores.

Vivimos en una sociedad crítica, por lo que este sombrero podría ser utilizada en demasiadas ocasiones por la facilidad de criticar en vez de construir, por lo que debe ser utilizado con moderación.

Sombrero amarillo
El amarillo, es el color de la alegría, del sol y la luz, de la brillantez. El sombrero amarillo representa el optimismo, el pensamiento positivo. El participante con este sombrero intentará hacer ver el lado bueno de las cosas, lo que puede aportar y beneficiar. Es el sombrero del pensamiento constructivo que permite soñar con que las cosas puedan suceder. Como sucede con el sombrero negro, el sombrero amarillo necesita ir acompañado de la lógica para valorar los planteamientos dados, ya que si se tratase de una especulación o fantasía el sombrero correcto sería el rojo, el emocional.

El poseedor del sombrero para pensar amarillo se sitúa en el mejor de los escenarios posibles.

Sombrero verde
El verde representa la naturaleza, la energía y el crecimiento. Es el sombrero de la creatividad, del pensamiento creativo. Sirve de motivación artificial para promover la imaginación de las personas que lo tienen puesto, aunque estas crean que no son creativas. Todas personas vivimos en movimiento y tenemos imaginación para generar nuevas ideas y alternativas.  La creatividad no solo es cosas de una persona, sino de todo el grupo, y el que tenga el sombrero puesto será el creativo particular del momento que explorará las alternativas posibles.

La creatividad cede el juicio al movimiento, se parte de una idea para generar otras por insignificante o estúpida que parezca, servirá de trampolín para las siguientes. El poseedor del sombrero verde puede ser provocativo sin necesidad de justificarse, incluso ilógico. Muchos de los mayores descubrimientos científicos han sido fruto de errores o de accidentes, pero que despertaron en el científico el interés necesario para estudiarlo.

Sombrero azul
El azul es el color de la seguridad, del control y del buen hacer. El sombrero azul gestiona el proceso del pensamiento, es como un pensamiento del pensamiento. El participante con este sombrero realizará el resumen de lo que se lleva dicho y con el que se van concretando las conclusiones de todo el pensamiento colectivo. Se definen las pautas y propósitos para que el trabajo se realiza correctamente.

La persona que coordina la reunión, el facilitador, tiene la función de sombrero azul, ya que deberá de mantener el orden en la reunión y evitar las discusiones inapropiadas. El coordinador puede tener el rol exclusivo de sombrero azul, pero los demás participantes también pueden hacer uso de él para expresar sus comentarios sobre el proceso de pensamiento que está teniendo lugar. Sin embargo, el coordinador será el único que autorice siempre el cambio de sombrero, bajo su potestad de sombrero azul permanente.

El sombrero azul será el que ponga punto final a la toma de decisiones de la acción que se vaya a desarrollar, por lo que será también el último sombrero que participa durante la reunión.

El tiempo que cada participante debe tener el sombrero puesto debe ser el mínimo posible (por ejemplo 1 minuto, salvo para el rojo que será menos ya que no exige explicaciones). La secuencia de sombreros puede cobrar muchas dimensiones pero por regla general se suele empezar con un sombrero azul al inicio y otro al final, entre medias el resto de sombreros pasando siempre bajo la supervisión del sombrero azul que organiza todo.

Esta técnica es muy utilizada en el ámbito de los negocios, en las fases creativas del desarrollo de negocio, pero puede ser utilizado para la resolución de todo tipo de problemas en grupo e incluso para nuestra vida cotidiana. ¿Qué sombrero para pensar te gustaría tener puesto ahora mismo? Pónlos todos y encontrarás una solución eficiente.



_

Referencias bibliográficas:

De Bono, E. (1988). Seis sombreros para pensar. Barcelona: Ed. Gránica.

De Bono, E. (2004). El pensamiento lateral. Manual de creatividad. Barcelona: Paidós.

Otro aporte:

https://doraziopublicidad.blogspot.com/2019/07/lectura.html